
Gabor Kovacs, 
arquitecto húngaro, posando en el jardín de su hogar (en Szombathely, 217 kilómetros al oeste de Budapest, Hungría) junto a su triciclo. Fabricado en madera de pino y con un chasis metálico, el 
vehículo carece de motor y se propulsa con unos pedales y un sistema de transmisión manual de cuatro velocidades. Los intermitentes, la radio y las luces (de carburo, procedentes de una vieja 
bicicleta) funcionan con una 
batería. Kovacs, que ha empleado varios meses para construir este artilugio, pretende ahora 
moverse entre el tráfico de su 
ciudad como un 
auto más, aunque a buen seguro no pasará desapercibido.
1 Comments:
Me encantó, muy ingenioso. Aunque si llega al tráfico de Santo Domingo, Rep. Dom. Dudo, no que pase desapercibido, sino que pase.
Publicar un comentario
<< Home