Amigos para siempre

El presidente surcoreano Roh Moo-hyun (a la derecha) estrechando la mano del líder norcoreano, Kim Jong-il, durante una ceremonia en una plaza de Pyongyang, Corea del Norte, en un histórico encuentro entre los mandatarios de las dos naciones. Así, el presidente surcoreano cruzó a pie la frontera con Corea del Norte, último símbolo de la Guerra Fría vigilado por medio millón de soldados, en un gesto simbólico que marca el inicio de la segunda cumbre intercoreana en más de medio siglo. Los surcoreanos aguardan con esperanza, pero también con cautela, los resultados de esta histórica cumbre que podría marcar un antes y un después en el camino hacia la paz y la unificación para dos países que, técnicamente, siguen en guerra desde hace medio siglo.